Primer capítulo del blog

Capítulo 1: El verano

Que maravilloso verano había pasado, lleno de días en la playa y con mis amigas todo el día. ¿A quien quiero engañar? Mi verano ha sido muy ...

martes, 21 de octubre de 2014

Capítulo 10: La despedida

Solo nos quedaban dos días por disfrutar, hoy y mañana, aunque mañana volvíamos por la noche. Sin querer desperté más pronto de lo normal por culpa del ruido de la calle. Me levanté, y fui directamente a la ducha. Cuando salí seguía habiendo silencio en el apartamento, por lo que decidí ir a mirar a ver si se habían levantado. Pero nada, seguían durmiendo, y no iba a ser yo quien les iba a levantar. Decidí ir a hacerme un café con leche, y mientras me lo tomaba en la terraza leí mi último mensaje. Era de Josh, que ponía:
'Gracias por hacerme pasar mi última noche aquí, no te quise decir nada para que no se estropeara la fiesta. No me puedo despedir porque salgo muy temprano de aquí, seguramente lo estés leyendo mientras estoy en el avión. Seguramente nos volvamos a ver, nunca se sabe que nos deparará el futuro. Mientras para proseguir con esta amistad podemos hablar por Skype. Espero que lo que queda de verano disfrutes mucho y cumplas todos tus sueños. Un beso, de tu amigo Josh.'
Con la ilusión que tenía con este chico, y encima no puedo ni despedirme. Tampoco tenía futuro una relación más allá de la amistad, a no ser que me fuera a Londres a vivir, algo poco probable. No me iba a entristecer porque solo nos quedan dos días para disfrutar de la playa, la arena, la piscina, y de mis grandes amigas. Me terminé mi café y subí a ponerme el bikini para bañarme en la piscina, pero en lo que entré al salón me encontré de repente con Laura. Menudo susto nos pegamos, fue gracioso. En lo que yo subí a ponerme el biquini, Laura se tomó un vaso de leche con Nesquik. Ella ya llevaba el bikini, pero ella prefirió tomar el sol en la hamaca. Mientras yo me bañaba, me contaba lo contenta que estaba con Ruben, que aunque no supieran lo que eran o dejaban de ser estaba muy a gusto. La entristecía un poco pensar que ya no iba a estar allí con ella, pero estar con sus amigas hacia que pusiera una gran sonrisa. Mientras yo hacía el pececillo dentro del agua, Ruben se había levantado y estaba al lado de Laura. Le dí los buenos días y viceversa, se les veía tan bien así a los dos.

Ruben se volvía para Madrid esta tarde, sobre las cinco o así tenía que estar en la estación. Ya tenía hecha la mochila, porque tampoco se trajo mucho. Los tres estuvimos hablando para donde ir a comer, en plan despedida a lo grande, aunque dentro de nada nos volveríamos a ver en Madrid. Al final nos decantamos por un buffet chino, porque así cada uno comía lo que quería y cuanto quería. Salí de la piscina, me sequé y llamé al buffet chino para reservar. Mientras yo llamaba, Patricia salió a la terraza, parecía nerviosa. Colgué, nos dieron reserva para las dos y media.

- Patricia, ¿qué te ocurre? No tienes buena cara. - la pregunté.
- Pues mirad, sé que no vais a entender mi decisión, pero lo he estado pensando mucho. Me vuelvo hoy a Madrid para volver con Alan, cogí el mismo billete que Ruben, así que vamos juntos. Las maletas las hice ayer por la noche. Sé que solo quedan dos días, pero le echo de menos y me necesita.

Nos quedamos perplejos todos, ninguno nos lo esperábamos. Pensábamos que había olvidado a Alan después de todo, pero lo tiene más presente que nunca. Respetábamos su decisión, pero no la compartíamos. Decidimos no perder el tiempo y disfrutar de lo poco que íbamos a estar los cuatro juntos. Volamos cada uno a la habitación correspondiente, nos pusimos ropa playera y preparamos las cosas de la playa, y hacia allí que fuimos con sombrilla incluida. Nos bajamos la cámara de fotos y Ruben nos estuvo haciendo fotos a las tres juntas. Encontramos tres piedras iguales, de forma circular y de un color anaranjado. Nos las guardamos para hacer algo especial para las tres. Con tantas bromas y tantas risas, se pasó el tiempo tan rápido, que tuvimos que correr para desmontar el chiringuito e ir a casa rápidamente para dejar las cosas y cambiarnos de ropa.

Al final, llegamos al buffet chino puntuales. Era enorme el sitio y menuda comida, tenía una pinta. En cuanto nos dieron mesa, fuimos a por nuestros platos de comida. Después de tanto movimiento de un lado a otro en la playa, teníamos mucha hambre. Devoramos todo lo que pudimos, pero no se nos olvidó brindar por otras vacaciones iguales o mejores. Después de comer, antes de ir a casa, fuimos a hacer una 'locura'. Nos hicimos cada un tattoo en el pie, una clave de sol con las iniciales de los nombres de las tres a los lados. Se me olvidó decir que eran de henna, porque sino nuestros padres a la vuelta nos podían matar. Después fuimos a casa a por las maletas y de allí a la estación. La despedida no fue nada fácil, entre nosotras un gran abrazo y muchos besos, y Laura y Ruben un beso que para ellos fue eterno.

Ese día había finalizado para nosotras, no teníamos ganas de hacer nada. Así que hicimos las maletas para el día siguiente, vimos la televisión un rato mientras cenábamos unos bocadillos de tortilla y a dormir pronto que fuimos. Mientras, en el vagón de tren, Ruben dormía y Patricia pensaba que tal vez no era lo correcto, pero si lo que sentía su corazón. No tardarían mucho en llegar a casa para ver lo que se iban a encontrar.

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