Primer capítulo del blog

Capítulo 1: El verano

Que maravilloso verano había pasado, lleno de días en la playa y con mis amigas todo el día. ¿A quien quiero engañar? Mi verano ha sido muy ...

miércoles, 27 de abril de 2016

Capítulo 20: La noche madrileña

31 de agosto, ya llegó el día de la fiesta, de esa noche única con mis amigas, nuestro último día de verano. Sin ninguna manera de remediarlo, pensaba ya en él al levantarme de la cama, en un día soleado y caluroso. Era todo tan extraño, y tan bonito en realidad, pero había que hacerse a la idea de que no sabía si volvería a verle. Además de todas esas preocupaciones, días después empiezo la universidad, y esos nervios del primer día de clase también me rondan por la cabeza. Que complicado se hace todo y lo fácil que podría ser, pero bueno, tocaba pensar solamente en esta noche de chicas.

La mañana pasaría rápida, ya que habíamos quedado las tres en mi casa para prepararnos. Que si mascarillas en la cara, que si búsqueda del conjunto perfecto para una noche de infarto, que si uñas pintadas a juego con el vestido… Todas esa clase de cosas que hacemos las chicas para salir perfectas de fiesta. Yo, por mi parte, elegí un vestido verde turquesa con volantes en los hombres y la espalda al aire, además de unas sandalias de tacón marrones y bolso de mano a juego. Patricia eligió una falda de vuelo granate con un top de encaje negro, y unos tacones cerrados negros y bolso granate. Y Laura prefirió, de forma más elegante, un mono largo negro de tirantes y unas sandalias de tacón de tiras cruzadas rojas y bolso de mano rojo pequeño.

Después de la mañana intensa de belleza, dormimos juntas un rato la siesta en mi habitación, algo muy común para lo marmotas que somos. A eso de las seis y media de la tarde, nos levantamos muy lentamente de la cama, entre broma y broma, y nos quedaba lo último para estar increíbles, el peinado y el maquillaje. Yo me hice ondas en mi pelo negro, y largo gracias a las extensiones, y también en el flequillo. Patricia, con su melena rubia, se hizo un recogido hacia un lado y se alisó el flequillo hacia un lado. Y por último, Laura con su media melena castaña oscura y mechas castañas claras se hizo una trenza de espiga y el flequillo se lo alisó recto.

Sin saber cómo, se nos habían hecho las nueve y media de la noche, por lo que nos fuimos a cenar. Decidimos ir a cenar a un restaurante chino del centro. Mientras:

- ¡Ay chicas, que ganas de fiesta, las tres juntas!- dijo Patricia, la más alocada de todas.
- Pues si, además preveo que va a ser una noche especial, más para algunas.- dijo Laura, entre risas picarás con Patricia.

Yo estaba claro que no entendía nada, pero bueno sería una broma entre ellas, no le di más importancia. Pero lo que yo no sabía es que entre Patricia y Laura tenían algo entre manos, pero para mí fortuna, sería algo muy bonito. La cena fue bastante tranquila y amena, hablando de nuestras experiencias más graciosas y de lo que nos puede deparar la universidad. También me di cuenta que durante la cena, Patricia no hacía más que mirar el móvil, era un poco raro.

Ya la una de la mañana, y camino hacia la discoteca por la zona centro de Madrid, no muy lejos del restaurante. Entramos las tres juntas sin ninguna pega, con una copa de regalo. La discoteca era de una planta, bastante amplía y con luces de variados colores. Al final de la sala se encontraba la zona del dj, que ponía música actual. Todavía no había mucha gente, así que decidimos ir a la barra, que estaba a la derecha del dj, a pedirnos una copa. En ese momento me acordé de él, me encantaría que estuviera aquí conmigo, bailando juntos y besándonos. Pero no voy a amargar la noche a las chicas por mi culpa, así que las hice una señal con la mirada y salimos a bailar en medio de la pista.

De repente, media hora de estar allí, intento escuchar como Patricia le dice a Laura al oído: “Ya es la hora”. ¿La hora de qué? Esto ya es de locos. Justo cuando iba a decirla a Laura que ocurría, ella se fue hacia la zona del dj, el cual sin motivo alguno, apagó la música y se pagaron las luces. Acto seguido, se encendieron las luces pero con tonos de color más tranquilos, diría yo que romántico. A su vez, el dj puso una canción bastante bonita, pero tranquila para ser una discoteca, y me sonaba bastante. ¡Sí! ¡Ya se cual es! Mi canción favorita, ‘I will always love you’ de Whitney Houston, de la película ‘El guardaespaldas’.


¿Pero cómo sabía eso el dj? Me di la vuelta para pedir una explicación a mis amigas, pero de repente se encendió un foco a un lado de la discoteca. Era un chico, con una rosa en la mano, estaba tan lejos que no podía distinguirle bien. Él se iba acercando, poco a poco, hasta que me di cuenta, que era él, el chico de quien estoy enamorada perdidamente, Josh. Tan guapo como siempre, y lo único que pude hacer fue correr a sus brazos y plantarle un beso de ensueño, de los que solo ocurren en las películas, mientras se oía esa maravillosa banda sonora de fondo y los aplausos de los allí presentes.


PD: Espero que os haya gustado el capítulo de hoy y me encantaría leer vuestras opiniones. Saludos a todos y todas y que se cumplan todos vuestros sueños.

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